En el mundo financiero hay gran variedad de procesos. En cada ecosistema existen agentes con funciones específicas y en los últimos años, gracias a la aceleración digital y tecnológica, las dinámicas se han vuelto más sencillas de operar y están al alcance de más personas. Junto con esto, han aparecido nuevas actividades y personajes.
Uno de ellos es el broker online, un intermediario entre compradores y vendedores. La situación podría ubicarse como la persona que busca y obtiene las mejores oportunidades para el cliente.
Por ejemplo, el broker debe analizar y obtener el mejor crédito hipotecario, el que más le convenga al cliente dentro de las opciones disponibles del mercado. Además, asesoran a las personas respecto a las posibilidades, pros y contras de cada una de las ofertas existentes.
Hay dos tipos de brokers:
- Brokers Dealing Desk: crean un mercado interno para los clientes y buscan las mejores oportunidades dentro de este mismo entorno. De esta manera se asegura liquidez y disponibilidad.
- Brokers Non Dealing Desk: no cuentan con su mercado interno, su objetivo es enviar las operaciones al mercado. Tienen relación con proveedores de liquidez, o sea bancos, que actúan como contraparte de cada operación.
Estos agentes tienen licencias y están adecuadamente capacitados para ejercer sus labores. Deben tener conocimiento de las características y dinámicas de cada banco. Pueden estar presentes vía online, a través de agencias especializadas, o bien, en ocasiones, los bancos cuentan con la herramienta disponible para sus clientes. Un broker puede asesorar sobre distintos temas financieros, no sólo hipotecas.